Inauguración “LAISLA revista objeto”
Algunos de los artistas, en la inauguración de las ediciones “Isla” y “Viaje” de
LAISLA-revista objeto, en el Espacio Canarias, Madrid.
Algunos de los artistas, en la inauguración de las ediciones “Isla” y “Viaje” de
LAISLA-revista objeto, en el Espacio Canarias, Madrid.
Según el Diccionario de Uso de la Lengua Española de María Moliner, “metamorfosis es el cambio de una cosa en otra, cambio profundo o sorprendente de una cosa o persona”. Por eso Sara Biassu, con sus realizaciones, escenifica la transformación conceptual a través de elementos materiales que la hacen visible, tangible, identificable. Porcelanas, papel, hierro, hilos, serigrafías… dan forma a piezas e instalaciones que representan los espacios físicos en que se traducen sus intenciones y sentimientos, sus reflexiones y sueños, que desvelan el mensaje, la confesión definitiva, el ejercicio de retrospección, de revisión y lectura, de metáfora. Biassu hace de sus obras una especie de revelación confidencial por medio de signos y gestos que se convierten en una ventana por la que asomarse a su interior, a sus inquietudes y certezas, a sus dudas y deliberaciones. El espectador debe traducir su vocabulario, debe captar su intencionalidad, sus pretensiones y deseos, su manera y forma de expresar su sentir. Es todo una trama de incidencias, regresiones, referencias, citas e interpretaciones.
Y también la poesía. Espacios que surgen y evocan la evolución sentimental que dentro de la sencillez desprenden una potente a la vez que delicada fuerza expresiva. Tacto impregnado de gestos sensibles y dulces, lejos de toda maniobra brusca, ausentes de rudeza, que contienen la suavidad de un universo incontaminado, de una música sin notas, del suave sonido del viento de los recuerdos. Estamos ante toda una declaración de sentimientos, de experiencias inagotables, de la poética del silencio, del arrebato de la memoria. Un juego de variables visuales, de posibilidad de observación, de volúmenes y vacíos, de contrastes; construcciones con leyes propias que traducen un mundo de formas inventadas que conviven en armonía. Las obras de Biassu están llenas de alusiones, pero al mismo tiempo están cargadas de una digresión inteligente que hace cuestionar la relevancia del pasado, el peso de la memoria, la relación entre el pasado y el devenir, a través de la sobrevivencia diaria. Hechos irremediables a los que el ser humano debe confrontarse e idealmente convivir en aveniencia. Entramados, formas geométricas, volúmenes, que confluyen en una poética de naturaleza analítica, con un lenguaje sencillo y fresco, libre, creador de una estética moderna en constante pulsión entre razón y sentimientos.
Propuestas vinculadas íntimamente a la personalidad de su autora. Espíritu libre, casi existencialista, que asienta los materiales de forma sutil, a veces casi evanescentes. Su gran evidencia es su asunción en estas realizaciones de su propio interior, de la vinculación entre el mundo real con lo no concreto, del compromiso que ella misma adquiere en su interpretación de las ideas que ahora convierte en símbolos. La autora desea desprenderse de toda influencia externa para crear un estilo original y propio, para utilizar un lenguaje personal con el que poder expresar y revelar ese soplo revitalizante que necesita comunicar. Estos materiales ahora y después quizá otros serán el abecedario de su testimonio.
J. L. Ara Oliván, mayo 2010
Diario del Alto Aragón
La ceramista zaragozana Sara Biassu expone su obra en la sala de la CAI. Una obra en la que parece haber plasmado su propia trayectoria vital. No en vano se titula “Metamorfosis” y, como elemento recurrente, aparece casi siempre la figura de una niña, que parece representar a la propia artista en su metamorfosis vital. Utilizando la porcelana (y también la loza) como base de su trabajo, nos habla también de la fragilidad de la existencia, sublimada en esa pieza titulada “Presencia herida”, que remite en cierta forma a las cicatrices resquebrajadas de la obra de Lucio Fontana. Estéticamente, la obra de Sara Biassu se acerca a menudo al más bello y desnudo minimalismo, como en su obra “Sueño paradógico”, de un blanco casi impoluto, o en ese tríptico que componen “Estado puro”, “Estado contaminado” y “Estado caduco”, con su evolución del blanco al negro, pasando por el gris. Especial atención requiere también su excelente pieza “Espera”, en la que en un recipiente de cristal se acumulan pequeñas láminas de porcelana. Una exposición que nos lleva a redescubrir la emoción de las formas.
Luis Lles, mayo 2010
Diaro del Alto Aragón
Sara Biassu aborda el proceso creativo como si de un proceso biológico se tratase. Como una exploradora basa su trabajo en la investigación y la experimentación con la materia, estableciendo analogías entre la creación y su propio proceso vital, de crecimiento, de búsqueda, de cambio constante.
La artista, como una arqueóloga, incorpora las huellas de la memoria, marcas vitales aplicadas al soporte. Elige cuidadosamente cada paso mostrándonos un perfecto conocimiento de la técnica para despojar a los materiales de connotaciones accesorias, trasportándonos a lo esencial.
Logra hilar, con la extraordinaria coherencia de una sabia recolectora, historias repletas de reminiscencias, de recuerdos, de anhelos… , con un canto a la esperanza que muestra un trabajo muy personal, con una gran carga poética que conforma una obra intimista a la vez que cercana.
Cada obra nos invade para fijar un diálogo entre el espacio, el tiempo y lo que acontece, utilizando gestos solidificados que hablan de soledad, angustia, miedo, de la fragilidad inocente que encarna la niñez, de las ilusiones, los sueños, los proyectos que van tomando forma con el transcurrir de la vida: Cuando lo que nos habita nos incorpora.
Consigue conectar una pequeña parcela íntima, privada, para convertirla en un espacio común a cualquier ser humano, llevándonos de lo Universal a lo Particular con un discurso estético esperanzador, un soplo de aire fresco que nos invade y nos hace sentir vivos.
Anabel Lorca, febrero 2010
Catálogo 10ª edición CERCO