DULCE REALIDAD en el XXXI Premio de Arte Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal
El premio de arte Santa Isabel de Aragón Reina de Portugal es el máximo galardón que otorga la Diputación de Zaragoza en el ámbito de la cultura, dirigido a artistas aragoneses de cualquier disciplina y a lo largo de sus más de 30 ediciones ha ido adquiriendo un gran prestigio dentro y fuera de la comunidad.
En el listado de creadores que han sido premiados se encuentra mi obra STRAWBERRY FIELDS que recibió el Accésit en su edición de 2018.
Las obras han sido expuestas en el Palacio de Sástago de Zaragoza con una selección de 39 creaciones de las 68 que se presentaron al certamen este año, entre las que se encontraba mi instalación.
DULCE REALIDAD
Pienso en Goya y en sus caprichos, en su sueño de la razón y en sus monstruos…
Y así, la frontera entre lo conocido y lo desconocido, lo consciente y lo inconsciente, la realidad y la ficción, en un mundo interpretado y reinterpretado por sus diferentes generaciones una y otra vez, percibido y convertido en evidencias y anhelos una y otra vez, en un reflejo, incluso en un engaño a veces. Fruto del ingenio que transita entre el equilibrio de la lógica y las exigencias propias y ajenas. Mecanismos innatos que crean modelos particulares no tan diferentes unos de otros que, al no encontrar respuestas o al no saber convivir con ellas, tienden a disfrazar y enmascarar la realidad y sus experiencias, ocultando así miedos, defectos e inseguridades, debilidades y equivocadas prioridades, creando nuevos imaginarios, sátiras de nosotros mismos que ocultan nuestro propio ser, por nuestra necesidad de aceptación y adaptación, más todavía en un presente en el que las apariencias valen más que la propia y verdadera esencia, aún a riesgo de su extinción.
Presento bajo este relato una instalación compuesta por dos elementos: un cuadro de técnica mixta en el que son retratadas tres personas de diferentes edades rodeadas de una escena surreal, y una bolsa de malla con un montón de narices de payaso.
Narices de payaso que forman parte de nuestra vida en el intento de la búsqueda de ilusión y felicidad, y del peligro de mimetizarnos con ellas acabando siendo un mecanismo a su merced con el que no se tienen en cuenta sentimientos, opiniones, ni verdaderas necesidades que, día tras día, quedan ocultas, disfrazadas e incluso olvidadas.
Se resalta así lo surreal de las apariencias, del enmascaramiento de la verdad, de la realidad.
Sara Biassu